domingo, 5 de mayo de 2013

Last Gift.

Mayo~! 
Quedan tan pocos días para el exámen, debo admitir que el miedo me invade de vez en cuando. No soy una persona con el suficiente autoestima, por lo cual a veces me creo todo lo que pasa por mi mente. Y el hecho de estar a un solo paso de lo que será el resto de mi vida me asusta, quisiera volver al tiempo en donde todo era tan fácil, donde no había decisiones tan difíciles donde todo se arreglaba con ir con mis padres y preguntarles. Pero, todo eso ya acabó ya es hora de elegir por mí misma y eso lo tengo más que claro, pero aún así el miedo sigue allí aunque trate de evitarlo. Es cuestión de tiempo, una parte de mí sabe que le irá bien siempre he tenido que trabajar bajo presión para poder hacerlo y sé que todo irá bien y que pronto traeré buenas noticias yo lo sé (: 
Bueno aquí esta el escrito de mayo, lo tengo escrito desde hace tiempo y es uno de los que más me han gustado, aunque realmente nunca he tenido esa experiencia (?) y espero no tenerla tan así xD pero de tanto que leo historias de ese tipo algo se me debió haber quedado (: espero les agrade ^^ 

Título: Last Gift
Tipo: Viñeta
Género: Drama
No. palabras: 903
Canción: Last Gift- Shinee

  Last Gift.

Mi último regalo es esta separación...

  Un día lluvioso era, se había levantado de su cama con un mal presentimiento haciendo doler su corazón. Revisó su celular tenía algunas llamadas perdidas y un mensaje, al leerlo no presenció nada bueno.

“Te espero en el parque”

  Salió de su departamento tomando el paraguas junto a las llaves, sintió el viento frío al instante y trató de cerrar un poco más su chamarra. Caminó a paso pausado, no quería llegar a su destino.

  Miró sobre los columpios balanceándose aquella figura que reconocería donde fuese, se acercó rápidamente posicionando el paraguas sobre su cuerpo para que no se mojara aún más. Volteó a verle con una sonrisa fingida, su corazón dolió de una manera inexplicable. Se levantó de aquel pequeño balancín alejándose de aquella barrera que le impedía sentir el agua sobre su cuerpo.

  Él sintió más agujas clavándose, sus labios se entreabrieron indicando que diría algo pero simplemente calló esperando que comenzara con la razón del venir a ese lugar cuando llovía tan fuerte.

-Debemos terminar. –Su corazón ya no latió, el aire le faltó y sus piernas comenzaron a debilitarse al escuchar su voz.

-¿Por qué? –Exigió saber, por lo menos alguna excusa debía de haber.

-No lo hagas más duro por favor, simplemente lo nuestro acabó. –Realmente ¿hablaba enserio?

  No lo creía, su cerebro no daba crédito aún a lo que sus oídos escucharon. Esperó a que se echara a reír en cualquier momento pero no lo hizo, en cambio aquella seriedad y frivolidad se mantenían intactas. Se dio la vuelta para irse, le tomó del brazo para abrazarle pero automáticamente se deshizo de él.

-Dame una sola razón, por favor. Esto no puede acabar así como así. –Insistió, pero no  hubo respuesta.

  Aquella figura fue desapareciendo lentamente entre la lluvia. Quiso correr para alcanzarle pero simplemente no pudo, sus pies parecían estar clavados al suelo. De sus ojos no salía ninguna lágrima, aún no asimilaba del todo aquel hecho, simplemente pensó que podría ser un sueño. No podían terminar de esa manera. Si, debía ser un sueño ¡No! Más bien una pesadilla. El paraguas permanecía a su lado esperando a ser recogido por su dueño pero en cambio este solo dirigió su vista a aquel columpio donde segundos atrás le vio, miró con detenimiento algo que le llamó la atención. Algo brillante, caminó o más bien arrastró los pies hasta llegar a ese pequeño objeto. Y las lágrimas comenzaron a fluir lentamente frente a aquel anillo que ahora estaba sobre su mano fría, el anillo con el que le prometió ser fiel, con el que le pidió unir sus vidas para siempre. Un papel minúsculo estaba en el medio tapando aquel agujero, lo sacó. Solo una frase estaba escrita, solo dos palabras.

“Lo siento”

  Le regresó aquel objeto indicando que también le regresaba su corazón, que ya no lo quería más. Al parecer había recibido el último regalo de su parte, una separación aún más dolorosa de lo que debería de ser. También indicando que aquellos años se habían ido a la basura, quedando solo recuerdos dolorosos. El día en que se conocieron, su primer beso. Pero en ese momento no podía recordar con claridad, ¿Su memoria estaba fallando o quizás el dolor era tan insoportable que esta estaba evitando que aumentara?

  Trató de caminar de regreso a su hogar pero no pudo, miró el camino por el cual se había ido, esperando que diese media vuelta y regresase corriendo echándose a sus brazos mientras reía y decía que todo era una broma, una pesada y horrible broma. No podía ser cierto, debía de recapacitar. Quizás en esos momentos lo estaba pensando y arrepintiéndose de todo. Sí, eso debía ser.

  Se sentó sobre aquel mismo balancín a esperar, observó de nuevo el anillo que le indicaba que no era un juego que eso era realmente un final para todo. Las lágrimas seguían saliendo sin poder evitarlo. Y se preguntó en qué momento todo se comenzó a ir por la borda, ¿realmente eran tan malos los problemas que tenían que separarse? ¿Todo había comenzado a ir mal y él no se había dado cuenta? Pero, ¿Qué era exactamente lo que hizo mal? ¿Dónde se había equivocado? No quería terminar todo de aquella manera, le quería de vuelta, le quería a su lado. 
Pero todo le indicaba que ya era el final y no había marcha atrás, no volvería. 
Simplemente aquel “Lo siento” fueron las últimas palabras dirigidas hacia él, simplemente había sido su saludo de despedida. Llevó su mano al pecho exactamente al lugar donde debería estar latiendo su corazón, pero parecía que esta se había detenido simplemente no quería volver a su estado normal.

  Se levantó después de pasadas unas cuantas horas, no podía seguir de aquella manera aunque le doliese tendría que empezar a olvidar. ¿Cuánto duraría aquel dolor? No lo sabía pero necesitaba hacerlo aunque pareciese que ya no había nada que valiese la pena, después de todo sería su último amor. Trataría de superarlo pero también sabía que no lo haría de la manera correcta, solo olvidaría lo suficiente para poder soportarlo. Seguiría con su vida pero no como debería. Tomó aquel paraguas que abandonó para comenzar a tomar el camino de regreso. Echó una última mirada hacia donde se había ido y con una sonrisa triste sobre su rostro del cual habían dejado de escurrir lágrimas susurró.

-Adiós...