martes, 11 de diciembre de 2012

Bailarín...

Hi^^! 
Un tiempo sin pasarme por estos lares, ne... no había querido pasar por el blog por una u otra razón x.x pero bueh~ aquí estoy para subir otro oneshot ^^ que de estos tengo muchos :3 Ya saben aquí me desato y me vale lo que diga la gente de mí o que de plano se les rompa esa imagen que tienen sobre mí :3 soy libre y me expreso ^^ Lalala~ Por cierto esta basado en la canción de Ricardo Arjona "La bailarina vecina" :3 

Título: Bailarín. 
Tipo: Viñeta
Género: Stalker (?) xD Yaoi
Pareja: 2Min
No. Palabras: 720


Bailarín

Estaba recostado sobre mi cama, esperando. Entonces escucho como se cierra la puerta del piso de arriba, tan fuerte que retumba un poco en mi cuarto, una sonrisa surca mis labios. No ocupo verle para saber que se encuentra allí, dando inicio a lo de siempre…

Aquel techo, que es su suelo, es la única manera que tengo para poder saber de él. Trato de ignorar aquel sentimiento que despierta en mí con el simple hecho de sentir y escuchar aquella puerta abrirse, imaginando como seria el olor que desprende con cada caminar.

Porque no sabe de mi existencia, no sabe que cada vez que le veo llegar desde mi ventana no puedo despegar mis ojos de su cuerpo delgado, de aquel cabello que siempre lleva en una coleta junto a su ropa holgada con la que ensaya. Él solo camina frente a mi ventana sin saber de mi existencia, solo sabe que soy su vecino pero no más. Es por ello que me limito a esperar aquel milagro que me acerque a él…

Alcanzo a escuchar aquellos pasos, me levanto de mi cama y me tiro al suelo en el mismo lugar de siempre boca abajo escuchando. Camina danzando tal cascanueces, pero que a mis oídos el más leve paso que da retumba como bongoes. Los vecinos hablan sobre el ruido que hace, pero a él nunca le ha importado, él danza como tal duende sin importarle nada en absoluto. Yo admiro aquella manera de ignorar a los demás sin siquiera voltear a verlos.

Me levanto del suelo, al ver el reloj. Camina desde un espacio a otro constantemente yo persigo aquel ruido que hace al caminar, aunque a oídos de otros este sea nulo. Sé que esta en su cuarto, frente a su espejo donde se despoja de aquella camisa de lino con tanta facilidad como la que desearía hacerlo yo al tenerlo enfrente. La avienta a su cama, me sabía su rutina por completo…

Estaba en el cobertizo, soñando como siempre con aquel pequeño bailarín con frágil cuerpo tan blanco como la nieve pero a la vez tan fuerte como para poder bailar aquellos pasos tan difíciles que alguna vez le vi danzar. Observo a través del espejo que logra reflejarle, olvida de nuevo cerrar la cortina al despojarse del resto de la ropa para poder tomar una ducha, camina sin importarle nada. Completamente desnudo, yo disfruto de ello imaginando todo lo que podría llegar a hacer. Cuando sale de nuevo, allí esta con aquella vestimenta que adoro y me vuelve loco.  Aquellas mayas que marcan sus piernas delgadas y bien torneadas junto a su buen trasero. Sin camisa alguna, dejando ver su pálido pecho pero aun así perfecto para mí, comienza a practicar aquellos pasos imposibles de realizar para mí antes de irse.

Danza por todo su departamento, yo le sigo. Sus pies apenas y tocan el suelo, solo lo acaricia; como siempre me pregunto: ¿Se habrá dado cuenta de mi mirada enferma?
Pero es que, ¿Quién puede evitar mirarle siendo él tan perfecto? Con sus ojos avellana, su cabello castaño y su piel de porcelana. ¡Si es mejor que cualquier otra chica que allá visto a lo largo de mis 19 años de vida! Es por eso que logro esperar con paciencia a que el reloj marque la una, no puedo llegar ni un minuto más tarde porque el tiempo no me lo perdona.

Entonces se va, escucho de nuevo su puerta. Va hacia aquel teatro donde se dedica a dar la vida en sus actuaciones cada noche. Veo a través de mi ventana, gira hacia la derecha: sonrío de lado, tal enfermo. No es necesario seguirle porque me sé el resto de memoria, mejor que la palma de mi mano.

Mañana será lo mismo, entonces me vuelvo a preguntar ¿Qué es lo que depara el futuro a este fiel amante tímido que no se atreve a pararse frente a aquel bailarín y decirle un te amo?

Porque Lee TaeMin me trae loco desde el primer momento en que le vi: sobre aquel escenario bailando como si su vida dependiera de ello. Porque por él me traslade a este edificio, porque por él yo, Choi MinHo, me he perdido por completo en mi locura por aquel bailarín que ni siquiera sabe de mi existencia.