domingo, 3 de febrero de 2013

Todo sobre la mesa...

Hola (:!
Otro mesecito más, ya estamos a febrero. Que rápido pasa el tiempo u.u Qué hace que era año nuevo, qué hace que los niños esperaban impacientes a Santa pero sobre todo que hace que yo no deseaba la llegada de mi mayoría de edad u.u Pero bueno~el tiempo pasa y pasa más rápido, no me arrepiento de nada ya que no puedo arreglar el pasado ^^ Les vengo a dejar otra historia mía (: espero les guste, por cierto lo hice por pedido de una amiga jeje mi querida Key, también aquí esta publicado te quiero <3 

Título: Todo sobre la mesa
Tipo: Oneshot
Género: Drama, romance
No. palabras: 1843
Personajes: MinHo, TaeMin (Shinee) Kai(Exo-K) 



Todo sobre la mesa.

  Se levantaba de la cama, los rayos del sol comenzaban a calar sobre su rostro. Llevó su mano hacia el pequeño mueble que se encontraba a su lado, agarrando su celular para poder ver si tenía alguna llamada perdida o un mensaje. No había nada, lo que le extrañó de sobremanera; eran ya las 10 de la mañana y ninguna pista sobre aquel chico.

  Salió de su cuarto, ya podía oler la comida de su umma Key. Todos estaban sentados en su lugar, como siempre el único vacío estaba al lado de MinHo. Este le recibió con una sonrisa cálida como siempre, no tardó en sonreír a cambio.

-Pensamos que no despertarías pequeño. –Bromeó su appa que tenía el plato ya casi vacío, por algo era bien sabido que amaba la comida de Key.   

  No respondió, solo se dedicó a comer. Los demás se levantaron a excepción de MinHo, como era de esperarse. Quedaron los dos solos, cada quien se había ido por su cuenta. Él solo le observaba comer, al terminar su plato minutos atrás. TaeMin se sentía nervioso, aquella mirada que le dirigía su Hyung sabía lo que significaba. Mantenía la vista en su plato, su sangre ya se había acumulado en sus mejillas. El sonido de su celular retumbó por toda el lugar. Se levantó apresurado ante la mirada sorprendida del mayor, corrió para tomar la llamada antes de que dejase de sonar. La voz de aquel al que esperaba escuchar habló del otro lado.

-TaeMin-Hyung~

-Hola, pensé que no llamarías.

-Lo siento me quede dormido.  

-No te preocupes por eso, yo también. –Sintió los brazos de MinHo abrazarle por atrás.

-TaeMin-Ah deja eso.-Le susurró al oído, haciendo estremecer al menor.

-…-Tapó el celular para que no escuchara el otro lado.-Hyung, por favor solo hoy.

  Sus ojitos de cachorrito lo convencieron, le era muy difícil decirle que no. Robó un suave y casto beso del menor para después regresar a la cocina. TaeMin se sintió mal, pero no podía cancelar la salida que tenía planeando con su amigo desde hace meses.

-¿Hyung?   

-Lo siento Kai, me distraje un poco. –Volvió a la llamada dejando de ver como su guapo novio se iba a la zona de los cuartos.

-¿Entonces se hará? –Podía sentir el nerviosismo en la voz de su dongsaeng, que era tan raro como que él no hiciera ruidos cada vez que veía a un insecto.

-Claro que si, nos vemos allá dentro de dos horas. ¿Esta bien?

-Si.-Fue una respuesta rápida típica de él, para después escuchar el sonido que daba por terminada la conversación.

  Dejó el celular en la pequeña mesa de la sala y se dirigió hacia los cuartos a buscar a MinHo, lo encontró en su habitación que compartían los dos. Estaba concentrado leyendo recargado en la cabecera de su propia cama, se metió al cuarto sin hacer el menor de los ruidos y se sentó a su lado. Le observó, se veía tan tranquilo concentrado en aquel libro.

-¿Hasta que horas te quedarás simplemente observando Minnie? –Su voz profunda hizo que cada vello de su cuerpo se erizara, ya se le hacia raro que no dijera nada.

-Umm… Babo~ -Le dijo mientras se acostaba sobre su pecho para tener una mejor vista de la lectura.

-…-Hizo de lado el libro y se limitó a acariciar su cabello. -¿A que horas iras?

-Tengo que estar allí dentro de dos horas.

-No vayas…-Suplicó, TaeMin se levantó para observarlo a los ojos.

-MinHo sabes que no puedo dejarlo plantado, no de nuevo. –No era la primera vez que él y Kai planeaban una salida para los dos y que la empresa no estuviera en medio.

-¿Qué más da? La empresa no siempre podrá mandar sobre nosotros. –Los celos de MinHo siempre salían a flote cuando se trataba de aquel chico pero no podía gritarlo a los 4 vientos como quisiese al saber que no tenía ningún poder sobre TaeMin mientras su relación fuese solo un secreto de ambos, ni siquiera los demás miembros lo sabían y el hecho de que ahora quisiesen emparejar a su macknae con aquel chico le molestaba.

-Esta vez fue una decisión mía…

-Quiero acompañarte para dejarle en claro que eres mío. –Habló sin pensar.

-No seas así Hyung, además sabes que solo somos amigos.

-Si, pero los demás no piensan eso.

-Esta bien puedes llevarme pero promete que te regresaras.

-…-Suspiró, no podía hacerle eso a TaeMin, él confiaba en el pequeño ¿Cierto? –Lo siento, tú sabes que me enoja el hecho de no poder gritar lo que somos.

  El pelirrojo sonrió y le besó. Definitivamente no podía pedir mejor persona a su lado que su MinHo.

  …Ya se encontraba en aquel lugar, llevaba una pequeña gorra que cubría gran parte de su cabello junto a una bufanda roja, regalo de Key en la última navidad. Hacía un frío tremendo, debido a que se encontraban en las fechas de invierno. Deseaba estar acurrucado entre los brazos del moreno en aquellos momentos pero tenía que cumplir con aquella promesa. Vio a lo lejos la figura de su “cita”, que al verlo corrió con una sonrisa en su rostro.

-Lamento hacerte esperar Hyung.-Dijo apenado mientras inclinaba un poco su cabeza.

-No te preocupes, yo llegué muy temprano. –Le sonrió.

  Buscó en una de las bolsas de su chamarra y sacó un par de boletos. El menor resopló, sabía que el que llegara primero compraría las entradas y el otro la comida. Bueno aún así su plan aún no estaba completamente echado a perder. Fue por las palomitas y los refrescos para después dirigirse ambos a la sala. Nadie les había reconocido o eso querían pensar, tomaron lugar no muy cerca pero tampoco muy lejos de la pantalla gigante. Estaba oscuro así que no había necesidad de ocultarse.

  La película fue entretenida y el ambiente entre los dos ya no era tan tenso como al principio. Si bien los dos eran grandes amigos desde antes de que los dos debutaran, su amistad se había visto interrumpida gracias a las extrañas obligaciones de la SM. Cada vez les obligaban estar más juntos aunque no quisieran y TaeMin se veía entre la espada y la pared al tener a MinHo de por medio dañando sus sentimientos cada vez que escuchaba las raras peticiones. Kai muchas veces se mostraba como si no le importarse pero la realidad era otra, realmente le importaba pero no le molestaba en lo absoluto. Los sentimientos del menor estaban más que claros desde mucho antes y ese día era el indicado para dejarlos salir a flote.

  Después de salir del cine, la luna ya estaba en lo más alto del cielo iluminando las calles. Se detuvieron al llegar a un parque, cada uno se sentó sobre un diferente columpio. Kai se llevó las manos a su boca, aquella extraña manía que tenía cada vez que se ponía nervioso se apoderó de él. TaeMin le observó curioso, alejándole la mano de la boca no le gustaba aquel gesto por parte de su amigo y más sabiendo lo que significaba.

-Lo siento Kai. –Se limitó a decir, desde hacia tiempo atrás que sospechaba lo que el pelinegro deseaba decirle pero había estado queriendo ignorarlo por el bien de su amistad 
pero al ver lo que haría en esos momentos tenía que dejar todo en claro de una buena vez.

-¿De que estas hablando? –Trató de hacerse el desentendido aunque sabía muy bien el por qué de la disculpa, por dentro su corazón estaba destrozado; siempre había sabido que no le correspondía pero mantenía las vagas esperanzas puestas sobre la mesa y quería apostarlo todo.

  Se levantó del columpio y se puso en cuclillas frente a TaeMin, puso sus manos sobre cada cuerda que mantenía al mayor en el aire y se acercó a su rostro. El pelirrojo no sabía como reaccionar, sintió sus labios sobre los suyos pero aún así se mantuvo estático. No le correspondió pero tampoco le alejó. Escucharon ruidos a lo lejos, Kai se separó apenado. TaeMin se paró.

-Es hora de que me vaya. –Comenzó a caminar rumbo a su hogar.

  Kai se quedó inmóvil, aún seguía en la misma posición solo que mantenía la mano sobre sus labios repitiéndose la misma pregunta.

-¿Qué es lo que he hecho?

  El frío viento removió sus cabellos indicándole que estaba solo, restregándole en la cara que su accionar había estado muy mal. Pero por lo menos tenía la satisfacción de por fin haber podido probar aquellos labios que tanto había deseado desde hace tiempo. No fue hasta que de nuevo aquellos ruidos se escucharon, vio a un cachorro correr y de nuevo se maldijo tantas veces pudo.

  …TaeMin había llegado ya a su destino, no saludó a ninguno de sus hyungs y se fue directo a su cuarto. Segundos después MinHo entró. El menor no podía verlo, se sentía un traidor; aunque no había correspondido al beso tampoco le había alejado por lo cual él también tenia cierta culpa.

-¿Qué es lo que te pasa pequeño? –Preguntó amable el moreno, estaba preocupado por su actitud repentina.- ¿Qué fue lo que pasó?

-Hyung.-Se echó a sus brazos y lágrimas comenzaron a salir de sus ojos avellanas.-Lo siento tanto, yo… yo…

-Ya, ya Minnie no pudo haber sido tan grave. –Lo sostuvo por los hombros para que lo viera a los ojos.

-Yo… Yo no te merezco MinHo, no le detuve cuando… cuando me besó. –Lo soltó entre pausas pero finalmente se lo dijo.

  El moreno sintió la sangre hervir, los celos lo segaron por unos momentos pero al escuchar el llanto del pequeño decidió calmarse. Acarició su mejilla dedicándole una sonrisa dulce, para después besarlo.

-No te preocupes por eso, yo confió en ti y comprendo tus razones. Yo soy el que no merece a un ser tan especial como tú mi pequeño.

-Gracias MinHo

  Y de nuevo un beso tras otro de parte de los dos. Dejando en claro por ambas partes que se pertenecían mutuamente y que no había necesidad de dudarlo nunca...

Días pasaron después de aquel incidente, TaeMin se encontraba en otra de las obligadas sesiones de fotos con Exo. Pero esta vez MinHo había ido con él dándole fuerzas para seguir. Kai se acercó cautelosamente a los dos, miró al pelirrojo apenado y al moreno con cierto temor. Quiso acercarse pero este último se lo impidió.

-Solo quiero hablar con él.-En su voz se podía notar el miedo.

-Y yo solamente quiero dejarte en claro una cosa. -Se acercó a su oído amenazante.-Él es mío ¿entendiste? ¿O quieres pelear por él?

-Olvídalo.-Respondió serio dando media vuelta para regresar por donde había venido.

  El mundo se le vino encima a Kai al escuchar aquellas palabras. Estaba más que claro que aquella apuesta la había perdido, el poner todo sobre la mesa había sido un muy grave error. Dio media vuelta y dejó a aquel par seguir con sus juegos; ni siquiera recordaba realmente lo que le diría a Tae y pensó que lo mejor seria olvidar…