miércoles, 27 de junio de 2012

Muñeco...

He aquí otro escrito mío, esta vez es de una pareja que me tiene en cierta forma traumada xD es un 2Min del grupo de Shinee ./////. Espero les agrade ^^ esta algo extraño como la mayoría de mis escritos >//< Pero bueno Que lo disfruten :D
Título: Muñeco
Género: Romance, extraño (?), Drama
Tipo: Yaoi ._.
Pareja: 2Min
Personajes: Choi Minho y Lee TaeMin de Shinee
No. Palabras: 881

Muñeco

   Taemin veía como su dueño lo abrazaba contra sí, estaba triste lo sabía y cada lágrima que caía de sus hermosos ojos grandes se lo confirmaba. Él no podía hacer nada para consolarle más que permanecer a su lado como lo había hecho toda su vida...
   Aquel niño de apenas 8 años había crecido y ahora era un muchacho de 19 años, con un aspecto muy varonil. Su cabello era lo suficientemente largo como para que se pudieran apreciar pequeños roles, sus ojos grandes de los que alguna vez cayeron lágrimas eran tan negros y ya no demostraban tanta inocencia como en aquel entonces, su cuerpo muy bien formado gracias a todo el deporte que hacia... Se había convertido en todo un hombre. Pero como todos tenía un gran secreto, aquel pequeño muñeco que lo había acompañado en todo momento aquel pequeño y frágil juguete con forma de niño. Con piel de porcelana, cabellos dorados tan largo que podía pasar como una muñequita, tan delgado como una. Ese era el secreto de aquel muchacho moreno de gran altura.
  MinHo había tenido muchas novias y eso era algo que aquel muñeco sabía perfectamente ya que cada vez que este terminaba con una corría a por él y no lo soltaba en todo el día. Pero hacia ocurrido un buen tiempo desde la última vez que este había corrido a por él, le había dejado olvidado en un rincón de su cuarto. Esto le dolía de sobremanera al pequeño muñeco ya que jamás le había ocurrido. Se sentía abandonado y desolado, ¿acaso ya no le importaba a MinHo? Eso era lo que se preguntaba día y noche encerrado en aquella caja que ni siquiera lo dejaba ver la luz.
  TaeMin rogaba día y noche que MinHo le recordara, deseaba con todo su ser estar a su lado ser realmente una persona de carne y hueso no un simple muñeco que no podía hacer nada más que estorbarle en la vida.
Escuchó aquellos sollozos a lo lejos, poco a poco pudo ver la luz que se escurría a través de la pequeña abertura que iba aumentando de tamaño, de nuevo aquellos ojos oscuros llenos de lágrimas le veían. Le tomó y se aferró a él fuertemente, a pesar de que le alegraba saber que aun le recordaba le pesaba en el alma verle sufrir.

-¿Porque no eres de carne y hueso TaeMin? ¿Porque tengo que vivir enamorado de un juguete tratando de buscar a alguien que se te parezca?-aquellas palabras habían salido de los labios del alto dejando al pequeño muñeco sorprendido.

  Y era en ese momento en el que deseaba más que nada en todo este mundo poder cumplir con aquellas palabras de su dueño. Porque él también se había enamorado de él aunque sabia que era más que imposible...
  El alto caminaba cabizbajo, su madre le había descubierto con aquel muñeco del que se debió haber deshecho hace más de 10 años según palabras de sus padres: se lo había arrebatado de las manos. Ya no tenia con que desahogarse en las noches, ya no tenia con que -quien- ser el mismo sin importarle un poco su apariencia... Se sentó en el mismo pupitre de siempre esperando algún milagro que le cambiara la vida por completo pero que jamás llegaba. O eso creyó hasta que por aquella puerta entró su muñeco, ¿Muñeco? ¡Ni rastros! ¡Era una persona!
  Talló sus ojos, ¿el desayuno acaso había tenido droga?
No pudo quitar su mirada de aquel muchacho, su cabello largo, su pequeña figura, sus rasgos tan finos. Pero, ¡dios! ¡Aquella sonrisa! ¡Sentía que podría morir! ¡Jamás había visto una sonrisa tan perfectamente única y hermosa!
  Caminaba hacia él, su corazón latía mil por hora como jamás lo había hecho. Sentía que en cualquier momento moriría, pero fue hasta que escuchó aquella suave voz que su corazón dejó de latir por segundos. ¿Acaso había muerto y este era el cielo? Porque de ser así, estaba viendo al ángel más hermoso y perfecto de todo el lugar.
-MinHo-Hyung. –Su nombre se escuchaba tan bien cuando salía de aquellos labios rosáceos.
-¿TaeMin-ah? –Susurró más para si que para el chico.
  Si este era un sueño, no quería despertar por nada del mundo. Se levantó de aquel pupitre y sostuvo entre sus fuertes brazos a aquel muchacho hermoso. No sabía cómo había sucedido pero era feliz por ello, su vida comenzaba a tener sentido al ver a aquel muñeco que tanto había amado con vida frente a él. Si había sido obra de algún brujo, si era un juego del destino, si habían usado magia negra. ¡No importaba! Mientras pudiera tener a su pequeño entre sus brazos él se sentía completo.
  Por que aquel muñeco se había convertido en su razón de ser, quizás el cielo le había cumplido un milagro y se lo habían cedido y él se encargaría de aprovechar cada segundo de su vida a su lado sin desperdiciar ningún momento… Porque lo que había empezado como un regalo de navidad se había convertido en la vida de ambos, el lazo que los había unido por el resto de sus vidas porque estaban destinados a estar juntos y el hecho de que uno haya nacido bajo el cuerpo de un muñeco no los había podido separar…