domingo, 5 de mayo de 2013

Last Gift.

Mayo~! 
Quedan tan pocos días para el exámen, debo admitir que el miedo me invade de vez en cuando. No soy una persona con el suficiente autoestima, por lo cual a veces me creo todo lo que pasa por mi mente. Y el hecho de estar a un solo paso de lo que será el resto de mi vida me asusta, quisiera volver al tiempo en donde todo era tan fácil, donde no había decisiones tan difíciles donde todo se arreglaba con ir con mis padres y preguntarles. Pero, todo eso ya acabó ya es hora de elegir por mí misma y eso lo tengo más que claro, pero aún así el miedo sigue allí aunque trate de evitarlo. Es cuestión de tiempo, una parte de mí sabe que le irá bien siempre he tenido que trabajar bajo presión para poder hacerlo y sé que todo irá bien y que pronto traeré buenas noticias yo lo sé (: 
Bueno aquí esta el escrito de mayo, lo tengo escrito desde hace tiempo y es uno de los que más me han gustado, aunque realmente nunca he tenido esa experiencia (?) y espero no tenerla tan así xD pero de tanto que leo historias de ese tipo algo se me debió haber quedado (: espero les agrade ^^ 

Título: Last Gift
Tipo: Viñeta
Género: Drama
No. palabras: 903
Canción: Last Gift- Shinee

  Last Gift.

Mi último regalo es esta separación...

  Un día lluvioso era, se había levantado de su cama con un mal presentimiento haciendo doler su corazón. Revisó su celular tenía algunas llamadas perdidas y un mensaje, al leerlo no presenció nada bueno.

“Te espero en el parque”

  Salió de su departamento tomando el paraguas junto a las llaves, sintió el viento frío al instante y trató de cerrar un poco más su chamarra. Caminó a paso pausado, no quería llegar a su destino.

  Miró sobre los columpios balanceándose aquella figura que reconocería donde fuese, se acercó rápidamente posicionando el paraguas sobre su cuerpo para que no se mojara aún más. Volteó a verle con una sonrisa fingida, su corazón dolió de una manera inexplicable. Se levantó de aquel pequeño balancín alejándose de aquella barrera que le impedía sentir el agua sobre su cuerpo.

  Él sintió más agujas clavándose, sus labios se entreabrieron indicando que diría algo pero simplemente calló esperando que comenzara con la razón del venir a ese lugar cuando llovía tan fuerte.

-Debemos terminar. –Su corazón ya no latió, el aire le faltó y sus piernas comenzaron a debilitarse al escuchar su voz.

-¿Por qué? –Exigió saber, por lo menos alguna excusa debía de haber.

-No lo hagas más duro por favor, simplemente lo nuestro acabó. –Realmente ¿hablaba enserio?

  No lo creía, su cerebro no daba crédito aún a lo que sus oídos escucharon. Esperó a que se echara a reír en cualquier momento pero no lo hizo, en cambio aquella seriedad y frivolidad se mantenían intactas. Se dio la vuelta para irse, le tomó del brazo para abrazarle pero automáticamente se deshizo de él.

-Dame una sola razón, por favor. Esto no puede acabar así como así. –Insistió, pero no  hubo respuesta.

  Aquella figura fue desapareciendo lentamente entre la lluvia. Quiso correr para alcanzarle pero simplemente no pudo, sus pies parecían estar clavados al suelo. De sus ojos no salía ninguna lágrima, aún no asimilaba del todo aquel hecho, simplemente pensó que podría ser un sueño. No podían terminar de esa manera. Si, debía ser un sueño ¡No! Más bien una pesadilla. El paraguas permanecía a su lado esperando a ser recogido por su dueño pero en cambio este solo dirigió su vista a aquel columpio donde segundos atrás le vio, miró con detenimiento algo que le llamó la atención. Algo brillante, caminó o más bien arrastró los pies hasta llegar a ese pequeño objeto. Y las lágrimas comenzaron a fluir lentamente frente a aquel anillo que ahora estaba sobre su mano fría, el anillo con el que le prometió ser fiel, con el que le pidió unir sus vidas para siempre. Un papel minúsculo estaba en el medio tapando aquel agujero, lo sacó. Solo una frase estaba escrita, solo dos palabras.

“Lo siento”

  Le regresó aquel objeto indicando que también le regresaba su corazón, que ya no lo quería más. Al parecer había recibido el último regalo de su parte, una separación aún más dolorosa de lo que debería de ser. También indicando que aquellos años se habían ido a la basura, quedando solo recuerdos dolorosos. El día en que se conocieron, su primer beso. Pero en ese momento no podía recordar con claridad, ¿Su memoria estaba fallando o quizás el dolor era tan insoportable que esta estaba evitando que aumentara?

  Trató de caminar de regreso a su hogar pero no pudo, miró el camino por el cual se había ido, esperando que diese media vuelta y regresase corriendo echándose a sus brazos mientras reía y decía que todo era una broma, una pesada y horrible broma. No podía ser cierto, debía de recapacitar. Quizás en esos momentos lo estaba pensando y arrepintiéndose de todo. Sí, eso debía ser.

  Se sentó sobre aquel mismo balancín a esperar, observó de nuevo el anillo que le indicaba que no era un juego que eso era realmente un final para todo. Las lágrimas seguían saliendo sin poder evitarlo. Y se preguntó en qué momento todo se comenzó a ir por la borda, ¿realmente eran tan malos los problemas que tenían que separarse? ¿Todo había comenzado a ir mal y él no se había dado cuenta? Pero, ¿Qué era exactamente lo que hizo mal? ¿Dónde se había equivocado? No quería terminar todo de aquella manera, le quería de vuelta, le quería a su lado. 
Pero todo le indicaba que ya era el final y no había marcha atrás, no volvería. 
Simplemente aquel “Lo siento” fueron las últimas palabras dirigidas hacia él, simplemente había sido su saludo de despedida. Llevó su mano al pecho exactamente al lugar donde debería estar latiendo su corazón, pero parecía que esta se había detenido simplemente no quería volver a su estado normal.

  Se levantó después de pasadas unas cuantas horas, no podía seguir de aquella manera aunque le doliese tendría que empezar a olvidar. ¿Cuánto duraría aquel dolor? No lo sabía pero necesitaba hacerlo aunque pareciese que ya no había nada que valiese la pena, después de todo sería su último amor. Trataría de superarlo pero también sabía que no lo haría de la manera correcta, solo olvidaría lo suficiente para poder soportarlo. Seguiría con su vida pero no como debería. Tomó aquel paraguas que abandonó para comenzar a tomar el camino de regreso. Echó una última mirada hacia donde se había ido y con una sonrisa triste sobre su rostro del cual habían dejado de escurrir lágrimas susurró.

-Adiós...  

lunes, 1 de abril de 2013

Sonrisa.

Adasadasdasdasddas 
Un blog, un diario, un lugar para desahogarme. Lo que sea, esto lo escribí mientras regresaba en camión a mi casa. Lo escribí mientras pensaba en lo que sucedió. Si, todo es en experiencia propia. No me molesta si le llega, total él lo sabe. Pero aún así la única persona que puede obrar sobre todo lo escrito aquí soy yo (:! 
owo otro mes ya, si Marzo se fue volando y abril viene con ganas. Espero mejore este mes :3 Jojo, ya ni para que cuento los días -como si lo hubiera hecho antes-   cuando menos lo espere ya será mayo Aunque deseo que el tiempo pase más lento u.ú 

 Sonrisa. 

Pensar en qué es lo que me gustó de ti, me lleva a pensar en tantas cualidades. Tantas facetas y a la vez tan escasas que me mostraste. Pero si solo debo de decir una sola cosa, aquella que fue la que más llamó mi atención. Definitivamente fue tu sonrisa, aquella curva que forman tus labios sobre tu rostro, una sonrisa a veces apenas visible y otras tan exagerada que tus ojos se cierran.

Una sola forma de hacerme feliz por más triste que este, aquella simple manera de hacerme sentir que aun hay momentos por los cuales vivir.

Pero esa sonrisa que me dedicas cada vez que nos despedimos, esa que me da a entender que nos volveremos a ver. Esa que hace que mis ánimos suban aunque sepa que no te veré en un buen tiempo. Esa simple expresión hace que mi corazón lata más rápido, mis ojos no quieran despegarse de tu rostro y que incluso me provoque ganas de sonreír.

Si, esa es la mayor razón por la cual alguna vez me gustaste. Esa simple razón que cualquiera pasaría por desapercibida pero que hace que mis días mejoren, que olvide todo lo que me hace mal y tenga unas ganas de sonreír. Esa es la mayor razón por la cual me enamoraste...

Y es por eso que en este momento en que te tengo frente a mí con aquel hermoso gesto surcando tu rostro me sorprendo. Ya nada es lo mismo, los años pasaron, diversas situaciones han sucedido y mi credibilidad sobre ti ha disminuido. Pero aun así, ese sentimiento de felicidad sigue presente. Ya no es el mismo que me hacía sentir mariposas en el estomago, solo es esa felicidad de volver a ver a un buen amigo. A esa persona que a pesar de que no le digo las cosas tal cual, sabe en qué momento lo necesito, que me da ánimos de seguir a pesar de la distancia. Es por ello que te agradezco, seguir como un buen amigo a mi lado sin juzgar y sin creer cualquier rumor que ande por allí. Y sin embargo seguir rodeándome con tus brazos en un fuerte y duradero abrazo. Dedicándome sonrisas de despedida, de un nos vemos luego…

 Después de aquel abrazo que pudo haber durado segundos o incluso minutos, te sentaste no supe que hacer realmente. Solo dirigí mis manos a tu rostro y jalé tus cachetes como solía hacerlo, de nuevo apareció tu sonrisa y me la contagiaste. Pudimos haber estado un largo de tiempo de aquella manera, y ambos lo sabíamos pero bajé mis manos. No debía caer de nuevo.
Esperé durante un buen rato, sentada frente a ti a que aquellas mariposas hicieran acto de presencia pero jamás sucedió. No sentí nada, todo era igual a hace años con la única diferencia de que frente a mí estaba ahora un amigo de años y no un simple conocido.

Salí de allí, jugué con ella mientras tú hacías tus cosas. Después de un rato te despediste, nos dimos cuenta que ya no nos veríamos. Pero esta vez no lo resentí como antes, me abrazaste y sonreíste. Yo también lo hice y sin más saliste de allí. Pasaron los minutos, entonces caí en la cuenta de que pasarían meses para volverte a ver. Pero aún así tu sonrisa era lo único que mantenía como recuerdo.
Palabras ninguna, acciones una que otra. Pero tu sonrisa siempre presente en mi memoria. Y tu sonrisa será lo único que no quiero que me deje de gustar, porque seguirá siendo de las pocas que iluminen mis días a pesar del tiempo y de las distintas formas que pueda tomar.



sábado, 16 de marzo de 2013

Café...

  Dios, el tiempo realmente pasa rápido cuando menos lo espere ya estaré publicando el escrito de abril .__. que rápido pasa cuando uno se hace cada vez más viejo u.ú lo acepto la edad comienza a hacer acto de presencia T-T! 
La hora, media noche, en la próxima hora solo dos personas me soportan pero ninguna de las dos está conectada así que decidí publicar aquí para largarme ya a dormir antes de entristecerme yo solita dasdasdad xD tengo serios problemas pero bueno, han pasado muchas cosas a lo largo de estos días. Unas cosas que aún sigo sin creerlas y otras que bueno, me hicieron abrir los ojos (: no me arrepiento de nada a pesar de que puedo llegar a sentirme inmadura y tonta por todo lo que esta pasando. Pero espero haber tomado la mejor decisión cuando hice aquella elección, creo que era momento ya de dejarme engañar y seguir mi camino. Todo pasa por algo en esta vida y si de plano era el momento de sacar a personas de mi vida ese momento llegó. Aún así les agradezco a esas personas por todos los momentos maravillosos que viví a su lado pero pues al final nuestro destino no era el de seguir en esa amistad que yo creía era imperturbable pero ¡sorpresa!...


 Don´t lie with a smile!   

Café

Entraba a la cafetería, dentro de unos minutos sería mi turno para cubrir en la caja. Fui a la parte trasera del local, el lugar estaba algo lleno nada fuera de lo común. Sería como todos los días, desde que entré a trabajar allí.

Tomé mi uniforme y me cambié tan rápido como pude. Alisé un poco mi cabello que se encontraba alborotado debido a la carrera que tuve que echar al ver que podría llegar tarde y salí. Toqué el hombro de la chica que le tocaba antes que a mí y le sonreí indicando que ya era mi turno.

-¡Oh! Gracias. –Me pellizcó una mejilla.-Siempre tan puntual.

Yo solo seguí con mi sonrisa, ella se fue rápido y me posicioné detrás de aquella caja registradora. Esperé, minutos, horas. Venían y salían personas. Lo normal. Faltaban unos escasos 15 minutos para cerrar el local, solo habían unas 3 personas en este y una de ellas ya estaba planeando irse a mi parecer.

Afuera la luna iluminaba el frío camino a los hogares, ya eran cerca de las 8 y 30. Estaba por contar el dinero de la caja para cerrar las ventas del día de hoy cuando escuché la campanilla que indicaba otro cliente.

Alcé la vista para darle la bienvenida pero mi habla se fue, frente a mí se encontraba un chico de cabellera negra y ojos grandes, uno que en mi vida había visto y que parecía sacado de algún comercial o programa de televisión. Y no es como si nunca hubiese venido uno por aquí, pero este tenía algo especial que hacía que no pudiese apartar la mirada de él.

Le echó una mirada rápida al local mientras caminaba hacia mí, los nervios me estaban matando. No sabía qué hacer, solo me quedé mirando como idiota. Y entonces vi la sonrisa más hermosa que en mi vida había visto. ¡Me estaba sonriendo!

-Hola. –Saludó y yo solo me quedé en blanco. -¿Podrías decirme donde queda este lugar?

Me extendió un papel blanco, yo seguí sin decir nada pero igual asentí mientras tomaba el papelito. Leí la dirección, realmente no le sería de mucha ayuda. Realmente no conocía esa dirección.

-L-lo siento. –Respondí con pena. –No reconozco esta dirección.

-¿Enserio? Bueno no te preocupes. –Trató de hacerme sentir mejor. –Creo que seguiré buscando.

Estaba por salir cuando al fin el habla y la cordura volvieron a mí, aunque no como yo esperaba.

-¡Espera!-Le grité, él se detuvo. -¿No quieres algo de tomar? –Ofrecí con las mejillas sonrojadas.

-¡Oh, cierto! –Volvió sus pasos y miró el menú que estaba pegado a mis espaldas. –Un café no me vendría mal con este tiempo, pero creo que ya están por cerrar ¿no?

-N-no se preocupe, yo puedo prepararlo. –Me ofrecí sin chistear, otra sonrisa apareció en su rostro.

-Gracias. –Se sentó sobre la pequeña barra a esperar.

Yo no demoré en hacer aquella taza humeante de café para entregársela cuidadosamente. No supe cuanto tiempo me le quedé observado y mucho menos supe en qué momento nos quedamos solos en aquel lugar pero cuando recibí de vuelta la mirada no pude evitar sonrojarme aún más.

Terminó su taza y se dispuso a pagar cuando yo me estaba cerciorando de la parte trasera viendo si estaba todo bien cerrado para cuando me marchara.

-Disculpa. –Me habló, yo corrí para atenderlo. -¿Cuánto es?

-No, no te preocupes. Esto va por la casa, tómalo como una disculpa por no poder ayudarte con lo de tu dirección. –Le sonreí.

-Oh, muy bien. Muchas gracias. –Él era alto, mucho más alto que yo por lo cual no le fue difícil llevar una mano a mi cabello para despeinarlo. –Espero verte de nuevo.

Salió del local, dejándome con una sonrisa boba y sin compañía más que de mis ilusiones tontas.

-Yo también.-Dije para mí.

Cerré la puerta y le eché llave. Para dirigirme a mi hogar más que feliz. Definitivamente este día no había sido normal terminando así con una sonrisa estúpida sobre mi rostro.
 

 

domingo, 3 de febrero de 2013

Todo sobre la mesa...

Hola (:!
Otro mesecito más, ya estamos a febrero. Que rápido pasa el tiempo u.u Qué hace que era año nuevo, qué hace que los niños esperaban impacientes a Santa pero sobre todo que hace que yo no deseaba la llegada de mi mayoría de edad u.u Pero bueno~el tiempo pasa y pasa más rápido, no me arrepiento de nada ya que no puedo arreglar el pasado ^^ Les vengo a dejar otra historia mía (: espero les guste, por cierto lo hice por pedido de una amiga jeje mi querida Key, también aquí esta publicado te quiero <3 

Título: Todo sobre la mesa
Tipo: Oneshot
Género: Drama, romance
No. palabras: 1843
Personajes: MinHo, TaeMin (Shinee) Kai(Exo-K) 



Todo sobre la mesa.

  Se levantaba de la cama, los rayos del sol comenzaban a calar sobre su rostro. Llevó su mano hacia el pequeño mueble que se encontraba a su lado, agarrando su celular para poder ver si tenía alguna llamada perdida o un mensaje. No había nada, lo que le extrañó de sobremanera; eran ya las 10 de la mañana y ninguna pista sobre aquel chico.

  Salió de su cuarto, ya podía oler la comida de su umma Key. Todos estaban sentados en su lugar, como siempre el único vacío estaba al lado de MinHo. Este le recibió con una sonrisa cálida como siempre, no tardó en sonreír a cambio.

-Pensamos que no despertarías pequeño. –Bromeó su appa que tenía el plato ya casi vacío, por algo era bien sabido que amaba la comida de Key.   

  No respondió, solo se dedicó a comer. Los demás se levantaron a excepción de MinHo, como era de esperarse. Quedaron los dos solos, cada quien se había ido por su cuenta. Él solo le observaba comer, al terminar su plato minutos atrás. TaeMin se sentía nervioso, aquella mirada que le dirigía su Hyung sabía lo que significaba. Mantenía la vista en su plato, su sangre ya se había acumulado en sus mejillas. El sonido de su celular retumbó por toda el lugar. Se levantó apresurado ante la mirada sorprendida del mayor, corrió para tomar la llamada antes de que dejase de sonar. La voz de aquel al que esperaba escuchar habló del otro lado.

-TaeMin-Hyung~

-Hola, pensé que no llamarías.

-Lo siento me quede dormido.  

-No te preocupes por eso, yo también. –Sintió los brazos de MinHo abrazarle por atrás.

-TaeMin-Ah deja eso.-Le susurró al oído, haciendo estremecer al menor.

-…-Tapó el celular para que no escuchara el otro lado.-Hyung, por favor solo hoy.

  Sus ojitos de cachorrito lo convencieron, le era muy difícil decirle que no. Robó un suave y casto beso del menor para después regresar a la cocina. TaeMin se sintió mal, pero no podía cancelar la salida que tenía planeando con su amigo desde hace meses.

-¿Hyung?   

-Lo siento Kai, me distraje un poco. –Volvió a la llamada dejando de ver como su guapo novio se iba a la zona de los cuartos.

-¿Entonces se hará? –Podía sentir el nerviosismo en la voz de su dongsaeng, que era tan raro como que él no hiciera ruidos cada vez que veía a un insecto.

-Claro que si, nos vemos allá dentro de dos horas. ¿Esta bien?

-Si.-Fue una respuesta rápida típica de él, para después escuchar el sonido que daba por terminada la conversación.

  Dejó el celular en la pequeña mesa de la sala y se dirigió hacia los cuartos a buscar a MinHo, lo encontró en su habitación que compartían los dos. Estaba concentrado leyendo recargado en la cabecera de su propia cama, se metió al cuarto sin hacer el menor de los ruidos y se sentó a su lado. Le observó, se veía tan tranquilo concentrado en aquel libro.

-¿Hasta que horas te quedarás simplemente observando Minnie? –Su voz profunda hizo que cada vello de su cuerpo se erizara, ya se le hacia raro que no dijera nada.

-Umm… Babo~ -Le dijo mientras se acostaba sobre su pecho para tener una mejor vista de la lectura.

-…-Hizo de lado el libro y se limitó a acariciar su cabello. -¿A que horas iras?

-Tengo que estar allí dentro de dos horas.

-No vayas…-Suplicó, TaeMin se levantó para observarlo a los ojos.

-MinHo sabes que no puedo dejarlo plantado, no de nuevo. –No era la primera vez que él y Kai planeaban una salida para los dos y que la empresa no estuviera en medio.

-¿Qué más da? La empresa no siempre podrá mandar sobre nosotros. –Los celos de MinHo siempre salían a flote cuando se trataba de aquel chico pero no podía gritarlo a los 4 vientos como quisiese al saber que no tenía ningún poder sobre TaeMin mientras su relación fuese solo un secreto de ambos, ni siquiera los demás miembros lo sabían y el hecho de que ahora quisiesen emparejar a su macknae con aquel chico le molestaba.

-Esta vez fue una decisión mía…

-Quiero acompañarte para dejarle en claro que eres mío. –Habló sin pensar.

-No seas así Hyung, además sabes que solo somos amigos.

-Si, pero los demás no piensan eso.

-Esta bien puedes llevarme pero promete que te regresaras.

-…-Suspiró, no podía hacerle eso a TaeMin, él confiaba en el pequeño ¿Cierto? –Lo siento, tú sabes que me enoja el hecho de no poder gritar lo que somos.

  El pelirrojo sonrió y le besó. Definitivamente no podía pedir mejor persona a su lado que su MinHo.

  …Ya se encontraba en aquel lugar, llevaba una pequeña gorra que cubría gran parte de su cabello junto a una bufanda roja, regalo de Key en la última navidad. Hacía un frío tremendo, debido a que se encontraban en las fechas de invierno. Deseaba estar acurrucado entre los brazos del moreno en aquellos momentos pero tenía que cumplir con aquella promesa. Vio a lo lejos la figura de su “cita”, que al verlo corrió con una sonrisa en su rostro.

-Lamento hacerte esperar Hyung.-Dijo apenado mientras inclinaba un poco su cabeza.

-No te preocupes, yo llegué muy temprano. –Le sonrió.

  Buscó en una de las bolsas de su chamarra y sacó un par de boletos. El menor resopló, sabía que el que llegara primero compraría las entradas y el otro la comida. Bueno aún así su plan aún no estaba completamente echado a perder. Fue por las palomitas y los refrescos para después dirigirse ambos a la sala. Nadie les había reconocido o eso querían pensar, tomaron lugar no muy cerca pero tampoco muy lejos de la pantalla gigante. Estaba oscuro así que no había necesidad de ocultarse.

  La película fue entretenida y el ambiente entre los dos ya no era tan tenso como al principio. Si bien los dos eran grandes amigos desde antes de que los dos debutaran, su amistad se había visto interrumpida gracias a las extrañas obligaciones de la SM. Cada vez les obligaban estar más juntos aunque no quisieran y TaeMin se veía entre la espada y la pared al tener a MinHo de por medio dañando sus sentimientos cada vez que escuchaba las raras peticiones. Kai muchas veces se mostraba como si no le importarse pero la realidad era otra, realmente le importaba pero no le molestaba en lo absoluto. Los sentimientos del menor estaban más que claros desde mucho antes y ese día era el indicado para dejarlos salir a flote.

  Después de salir del cine, la luna ya estaba en lo más alto del cielo iluminando las calles. Se detuvieron al llegar a un parque, cada uno se sentó sobre un diferente columpio. Kai se llevó las manos a su boca, aquella extraña manía que tenía cada vez que se ponía nervioso se apoderó de él. TaeMin le observó curioso, alejándole la mano de la boca no le gustaba aquel gesto por parte de su amigo y más sabiendo lo que significaba.

-Lo siento Kai. –Se limitó a decir, desde hacia tiempo atrás que sospechaba lo que el pelinegro deseaba decirle pero había estado queriendo ignorarlo por el bien de su amistad 
pero al ver lo que haría en esos momentos tenía que dejar todo en claro de una buena vez.

-¿De que estas hablando? –Trató de hacerse el desentendido aunque sabía muy bien el por qué de la disculpa, por dentro su corazón estaba destrozado; siempre había sabido que no le correspondía pero mantenía las vagas esperanzas puestas sobre la mesa y quería apostarlo todo.

  Se levantó del columpio y se puso en cuclillas frente a TaeMin, puso sus manos sobre cada cuerda que mantenía al mayor en el aire y se acercó a su rostro. El pelirrojo no sabía como reaccionar, sintió sus labios sobre los suyos pero aún así se mantuvo estático. No le correspondió pero tampoco le alejó. Escucharon ruidos a lo lejos, Kai se separó apenado. TaeMin se paró.

-Es hora de que me vaya. –Comenzó a caminar rumbo a su hogar.

  Kai se quedó inmóvil, aún seguía en la misma posición solo que mantenía la mano sobre sus labios repitiéndose la misma pregunta.

-¿Qué es lo que he hecho?

  El frío viento removió sus cabellos indicándole que estaba solo, restregándole en la cara que su accionar había estado muy mal. Pero por lo menos tenía la satisfacción de por fin haber podido probar aquellos labios que tanto había deseado desde hace tiempo. No fue hasta que de nuevo aquellos ruidos se escucharon, vio a un cachorro correr y de nuevo se maldijo tantas veces pudo.

  …TaeMin había llegado ya a su destino, no saludó a ninguno de sus hyungs y se fue directo a su cuarto. Segundos después MinHo entró. El menor no podía verlo, se sentía un traidor; aunque no había correspondido al beso tampoco le había alejado por lo cual él también tenia cierta culpa.

-¿Qué es lo que te pasa pequeño? –Preguntó amable el moreno, estaba preocupado por su actitud repentina.- ¿Qué fue lo que pasó?

-Hyung.-Se echó a sus brazos y lágrimas comenzaron a salir de sus ojos avellanas.-Lo siento tanto, yo… yo…

-Ya, ya Minnie no pudo haber sido tan grave. –Lo sostuvo por los hombros para que lo viera a los ojos.

-Yo… Yo no te merezco MinHo, no le detuve cuando… cuando me besó. –Lo soltó entre pausas pero finalmente se lo dijo.

  El moreno sintió la sangre hervir, los celos lo segaron por unos momentos pero al escuchar el llanto del pequeño decidió calmarse. Acarició su mejilla dedicándole una sonrisa dulce, para después besarlo.

-No te preocupes por eso, yo confió en ti y comprendo tus razones. Yo soy el que no merece a un ser tan especial como tú mi pequeño.

-Gracias MinHo

  Y de nuevo un beso tras otro de parte de los dos. Dejando en claro por ambas partes que se pertenecían mutuamente y que no había necesidad de dudarlo nunca...

Días pasaron después de aquel incidente, TaeMin se encontraba en otra de las obligadas sesiones de fotos con Exo. Pero esta vez MinHo había ido con él dándole fuerzas para seguir. Kai se acercó cautelosamente a los dos, miró al pelirrojo apenado y al moreno con cierto temor. Quiso acercarse pero este último se lo impidió.

-Solo quiero hablar con él.-En su voz se podía notar el miedo.

-Y yo solamente quiero dejarte en claro una cosa. -Se acercó a su oído amenazante.-Él es mío ¿entendiste? ¿O quieres pelear por él?

-Olvídalo.-Respondió serio dando media vuelta para regresar por donde había venido.

  El mundo se le vino encima a Kai al escuchar aquellas palabras. Estaba más que claro que aquella apuesta la había perdido, el poner todo sobre la mesa había sido un muy grave error. Dio media vuelta y dejó a aquel par seguir con sus juegos; ni siquiera recordaba realmente lo que le diría a Tae y pensó que lo mejor seria olvidar…


martes, 22 de enero de 2013

Diciembre...

Lalala~ según yo iba a publicar antes pero se me fue el tiempo tan rápido que ni cuenta me di >< 
Feliz año nuevo (?) si, si, si ya casi termina el primer mes pero más vale tarde que nunca :3 
Hoy fue un día bonito aunque estuve a punto de ser atropellada dos veces xD pero igual eso no le quita lo bonito porque me di cuenta de una amistad más que vale la pena realmente <3 me encantan los días cuando descubro y lo compruebo que aun hay personas que valen la pena en este mundo lleno de crueldad y mentiras :3 Pero bueno~ no vengo a platicarles sobre mi vida (?) vengo a dejarles otra de mis pequeños intentos de escritos xD

Título: Diciembre
Tipo: Drabble
Género: Drama. 
No. palabras: 383

 Diciembre.

  Camina sobre el frío suelo de aquel triste invierno, sin destino alguno y completamente solo. El frío invade su cuerpo de pies a cabeza pero él no le toma importancia, juega con su vida y se quita la primera chamarra dejándola sobre la blanca nieve. En pocos segundos su cuerpo se tensa, sigue caminando. Pasan exactamente 30 minutos más y se retira la segunda chamarra. Sigue avanzando. Pero dirán ¿qué es lo que le lleva al grandioso Líder de SS501 jugar con su vida? Es una pregunta que cualquiera pensaría al verlo jugar con su propia salud en un clima infernal, pero la respuesta es fácil, claro si conoces su corazón.
  Aquellas duras palabras que pronunciaron los labios rosáceos de su amante lo convirtieron en ese ser sin consciencia alguna. Aquellas crueles palabras que su cerebro no quiso captar y lo obligaron a besarle bruscamente, pero al final no fue correspondido. Aquel golpe que se llevó después de que se separó de aquella cara de ángel pero personalidad de diva y demonio. Aquel al que mucho llaman Sexy Carisma o simplemente JungMin. Si, ese chico caballo había sido su amante durante dos largos años, por que aun que muchos pensaran que era YoungSaeng su corazón simplemente le pertenecía al Carisma del grupo que de pronto unos cuantos días antes de navidad pronunció las palabras que más temía el mayor escuchar.

-Ya no te amo. –Aquellas frías y crueles palabras fueron dichas por el menor sin remordimiento alguno, sin pensar detenidamente en aquellos recuerdos de ambos, sin importarle en absoluto los sentimientos de su amante.

  Esa era la simple razón por la cual HyunJoong había salido corriendo del lugar sin un destino en particular, mientras que su razón era destrozada al igual que su corazón. En su mente solo rondaban aquellas 4 palabras que le helaban más que el crudo invierno de Diciembre, más que cualquier cosa helada, daba igual si estaba en la Antártida o si estaba en alguna selva tropical, para él su cuerpo ya no importaba, su vida ya no tenía sentido. Solo quería acabar con aquel sentimiento, con aquella vida que solo giraba entorno al ser que le había dedicado aquella frase sin ninguna explicación coherente. Por que él aún seguía amándolo y sin JungMin, HyunJoong ya no quería vivir.